Según estudios científicos se revela que la cerveza puede ser una bebida rehidratante tras la práctica deportiva, gracias a su alta presencia de elementos antioxidantes que colaboran a reducir los efectos producidos por el ejercicio físico, como el dolor muscular y la fatiga.En la cerveza se encuentra gran presencia de elementos antioxidantes, derivados de su origen vegetal, que combaten la aparición de radicales libres y tiende a reducir los efectos producidos por el ejercicio físico, como son, los dolores musculares, la fatiga y el fenómeno conocido como sobre entrenamiento.
Además, la cerveza contiene componentes vitamínicos, minerales y carbohidratos, que tomada en dosis moderadas por personas adultas, desempeña un papel en la recuperación del metabolismo hormonal e inmunológico de los deportistas tras el ejercicio físico, según la investigación.
Si por otra parte la comparamos con el agua, la ingesta de cerveza como rehidratante no tiene ningún aspecto que la haga desaconsejable.
El médico especialista en Fisiología del Deporte y ex jugador profesional de baloncesto Juan Antonio Corbalán dice que, "a pesar del alcohol" y con "un uso inteligente", la cerveza es una "magnífica bebida compatible con el rendimiento deportivo de cualquier disciplina".
Un mito alrededor de la cerveza que no se basan en criterios científicos, es que la cerveza engorda, cuyo contenido calórico es de unas 145 calorías, un poco más que un yogur entero azucarado que tiene 125 calorías.
