Un equipo de arqueólogos cree haber hallado pruebas del lugar exacto en el que vivió, 300 años atrás, el náufrago que inspiró la novela más importante de Daniel Defoe: Robinsón Crusoe.
La isla ubicada 800 km. al oeste de Chile, en el Océano Pacífico era conocida bajo el nombre de Aguas Buenas, pero fue bautizada más tarde con el nombre de Robinsón Crusoe en honor al personaje creado por Defoe en el siglo XVIII.
Se cree que el escritor británico basó su personaje en Alexander Selkirk, un escocés que vivió en una isla tras un naufragio y que luego fue rescatado en 1709.
La información recabada por los científicos sugiere que el marino construyó dos refugios cerca de un arroyo y que tenía acceso a un lugar más alto desde donde podía divisar los barcos que pasaban por la zona.
El equipo también descubrió un par de instrumentos de navegación de la época, que muy posiblemente pertenecieran a Selkirk.
La isla ubicada 800 km. al oeste de Chile, en el Océano Pacífico era conocida bajo el nombre de Aguas Buenas, pero fue bautizada más tarde con el nombre de Robinsón Crusoe en honor al personaje creado por Defoe en el siglo XVIII.
Se cree que el escritor británico basó su personaje en Alexander Selkirk, un escocés que vivió en una isla tras un naufragio y que luego fue rescatado en 1709.
La información recabada por los científicos sugiere que el marino construyó dos refugios cerca de un arroyo y que tenía acceso a un lugar más alto desde donde podía divisar los barcos que pasaban por la zona.
El equipo también descubrió un par de instrumentos de navegación de la época, que muy posiblemente pertenecieran a Selkirk.