
La muralla mide 8.851 kilómetros, y no los 6.300 que se creía hasta ahora, basándose más en relatos históricos que en mediciones cartográficas. La nueva medición, obra de la Administración Estatal de Patrimonio Cultural, ha llevado dos años de trabajo y se ha hecho con GPS, rayos infrarrojos y otras modernas tecnologías, que han permitido descubrir partes desconocidas de la muralla en montañas o desiertos.