
Según Harold Margolis, esta inoculación está hecha con un virus vivo atenuado (se usan los virus atenuados por medio de pases en cultivos celulares y/o en pases en animales), que no ocasiona la enfermedad pero hace que la persona gane inmunidad, tal como lo hacen la vacuna del sarampión o la de la rubéola.
De dar buenos resultados en los ensayos con la vacuna y masificar su distribución a precios accesibles para los países más pobres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta vacuna evitaría que millones de personas en las zonas tropicales y subtropicales del mundo contraigan la enfermedad, que pudiera ser mortal.
Por su parte, José Luis San Martín, asesor en dengue de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cree que si bien es importante dar con una vacuna, no se deben descuidar otros aspectos de prevención, como el control del vector o los cambios climáticos.