El vacío en las leyes internacionales hace posible la venta de terrenos en la Luna. La idea viene gracias a que el Tratado del Espacio Exterior de las Naciones Unidas del año 1967, donde se deja muy en claro que ningún país puede reclamar propiedad sobre planeta o estrella alguna, pero no se aclara si los particulares pueden comprar o vender terrenos en el espacio.
Por tal razón, el empresario estadounidense Dennis Hope y su empresa Embajada Lunar con representaciones comerciales en varios países, ya ha vendido miles de partes de la Luna a varias personas en todo el mundo.
En Latinoamérica, Brasil es el país con más compras de terrenos con unas 4.000, sigue Argentina con 2.000 y Chile con 1.000.
Por otra parte, la empresa ya comenzó a vender terrenos en Marte y Mercurio, asegurando que la venta es legal y que el comprador es el absoluto dueño del terreno. Los especialistas en la materia le restan seriedad y credibilidad a estas operaciones de compra y venta, ya que los organismos internacionales no hacen caso a este tipo de negociaciones.